Pilates y la Luna: Rituales de Movimiento según el Ciclo Lunar

La luna no solo cambia las mareas, sino que también despierta algo en nosotros. Sus fases susurran diferentes energías, y cuando sintonizamos con ese ritmo, nuestro movimiento se convierte en algo más que un simple ejercicio. Se convierte en un ritual.

En Pilates Cosmos , creemos en movernos con sentido, guiados no solo por la respiración, sino también por la luna. Te explicamos cómo alinear tu práctica con el ciclo lunar: con alma, sencillez y en sintonía con la naturaleza.

Luna Nueva — La Semilla

Un nuevo comienzo. La luna nueva es tranquila, silenciosa y llena de potencial. La energía escasea, lo que te invita a reflexionar sobre ti mismo y a sembrar semillas, tanto mental como físicamente. Es un momento para la calma.

Prueba: flujos lentos en la colchoneta, respiración profunda y activación suave del core. Mantente cerca del suelo.

Ritual: Enciende una vela. Escribe una intención clara. Muévete suavemente durante 20 minutos, dejando que cada respiración guíe tu cuerpo.

Luna creciente — El ascenso

A medida que la luna empieza a crecer, también lo hace tu energía. Esta fase se centra en el impulso y la consolidación, desde un crecimiento sutil hasta una gran expansión.

Prueba: Entrenamientos con reformador con mayor tensión, secuencias de esculpido enfocadas y movimientos que desafíen tu rango y estabilidad.

Ritual: Sube el volumen de tu lista de reproducción. Añade resistencia. Celebra el progreso, por pequeño que sea.

Luna llena — La liberación

La luna llena brilla intensamente, atrayendo todo a la superficie. Es un momento de alta energía, expresión y liberación. Siéntelo en tu cuerpo.

Prueba: Una potente sesión de Sculpt o Dynamic Reformer. Piensa en calor, fluidez y fuego, seguida de un estiramiento profundo o un enfriamiento con respiración.

Ritual: Muévete con libertad. Luego, camina descalzo bajo la luz de la luna, anota lo que estás listo para soltar y deja que tu respiración lo lleve.

Luna menguante — La exhalación

La luna empieza a oscurecerse, y nosotros también. Es momento de rendirse, descansar y reencontrarse contigo mismo. Tu cuerpo necesita suavidad, tu mente quietud.

Prueba: Pilates restaurativo, liberación de la fascia, estiramientos prolongados y flujos suaves.

Ritual: Rodillo de espuma, muévete más despacio de lo habitual y alarga las exhalaciones. Que sea suficiente.

Un recordatorio cósmico

Hay sabiduría en los ciclos. Tu cuerpo sabe cuándo florecer, cuándo construir, cuándo quemarse y cuándo descansar. Deja que la luna sea tu señal. Deja que el movimiento sea tu ofrenda.

Esto no es solo Pilates. Es práctica. Es un ritual. Es volver al ritmo.